Historia
El año 1909, en pleno centro histórico de Ciutadella, ante la Catedral, un joven farmacéutico abrió la farmacia. Era Josep Cavaller Piris, un hombre ilustrado de su tiempo, apasionado de la historia y sobre todo amante de su profesión, rápidamente se gana la confianza y aprecio de la gente.
El día de su fundación, no fue una coincidencia, sino un día lleno de significado y simbolismo por Ciutadella, el 9 de julio se conmemora el aniversario del asalto turco que sufrió la ciudad en 1558, conocido como “S'any de sa Desgràcia” y que marcó por siempre jamás el devenir de los ciutadellencs.
Participa activamente en la vida sociocultural de la ciudad, forma parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento unos años, donde elabora un plan sanitario para frenar la epidemia del cólera, se encarga de distribuir la red de agua potable, campañas de higiene para frenar la epidemia de gripe del 1918, entre otras acciones para mejorar la calidad de vida y progreso del pueblo.
El año 1924, por casualidad, rescató el Archivo Municipal, que había sido vendido a peso como papel viejo a un vendedor ambulante. Él lo recompra por 150 pesetas, y además, hace el trabajo de ordenación y catalogación de todo el Archivo, después lo vuelve de nuevo al Ayuntamiento. Con este gesto admirable, el 1928 lo nombran cronista honorífico y en 1929 le concedieron la Medalla de Oro de la ciudad.
Mantén una intensa creación literaria y ensayista, publica varios libros, numerosos artículos en la prensa local, así como innumerables conferencias. En 1951 empeora su enfermedad y muere en Barcelona. Años más tarde, es declarado hijo ilustre por el Ayuntamiento de Ciutadella.
La farmacia sigue la alcurnia familiar con su hijo Josep Cavaller Triay (1921-1984) que continúa con la tarea de su padre. El año 1957 será nombrado inspector municipal farmacéutico, modernizó la farmacia y su laboratorio, su vocación y pasión por la farmacia cuajan rápidamente en la ciudad, y mucha gente va a pedir consejo a su rebotica, siendo un referente sanitario de la época. Participó activamente en la vida social y deportiva de Ciutadella.
El año 1984, llega a la ciudad el joven Josep Cavaller Cavaller recientemente licenciado y preparado para coger el relevo de su padre, y tercera generación de los apotecarios Cavaller. Realiza una reforma a la farmacia, manteniendo el estilo y decoración de principio de siglo y manteniendo el importante espacio de la rebotica, que se mantiene como alma del establecimiento. Desarrolla una importante tarea asistencial y poniendo en el centro de su vocación ayudar a las personas y dar el mejor consejo. Participa en la fundación de la Junta Local de la Asociación Contra el Cáncer en Ciutadella, y que, hoy en día, todavía es miembro de la junta.
El año 2009 entra a formar parte del equipo de la farmacia como farmacéutico adjunto, Rafael Pallicer, que tuvo el privilegio de poder aprender la verdadera farmacia asistencial, el saber dar el mejor consejo y sobre todo dar la humanidad a la profesión.
Pasados 14 años de trabajar juntos, Josep Cavaller Cavaller decide jubilarse y dejar al cargo de la farmacia a Rafael Pallicer, y el enero del 2022 firman el traspaso. Rafael decide hacer una reforma integral, adecuar la farmacia a la normativa vigente, eliminar barreras arquitectónicas y ampliar la zona de exposición. Se restauraron los muebles antiguos y manteniendo dentro de las posibilidades la esencia centenaria con la farmacia actual.
